Título: El Corazón de Hannah
Autora: Rocío Carmona
Editorial: La Galera
ISBN: 978-84-246-4251-8
Primera
edición:
Octubre 2012
Páginas: 452
Precio: 17,95 €
Sinopsis
del libro:
Hannah es una joven amish de Pensilvania; vive en un entorno rural,
aislado y rígido, que aún hoy sigue las normas y códigos del siglo XVII.
El mismo día en que cumple 16 años, se produce un acontecimiento único
en la historia del pueblo: por primera vez en décadas, permiten la entrada de
un forastero, Daniel, un joven que acaba de llegar de Seattle para hacer un
reportaje fotográfico sobre los amish.
Hannah siente enseguida algo por él, y
Daniel se enamora de ella al instante. Inician una relación que rompe
todos los códigos de la comunidad. Cuando la familia de ella se entera, prohibe
que se sigan viendo y echan a Daniel del pueblo.
Pero Hannah decide huir a Nueva York
buscarlo... y enfrentarse a un nuevo mundo, en el que vivirá toda clase
de peligros y aprenderá algunas
lecciones que nunca olvidará.
Los libros de romántica
juvenil nunca han sido mis favoritos, prefiero los que, además, le añaden al
romance algo de fantasía, acción y aventuras; pero como del anterior libro de la autora, La Gramática del Amor, guardo un buen recuerdo, no
dudé en embarcarme también en El Corazón de Hannah.
Reconozco que las
primeras cien páginas del libro se me hicieron pesadas. Me parecía estar
leyendo el típico romance juvenil encorsetado que muchas veces nos llega de
fuera, con sus puritanismos y sus bellas,
recatadas e inocentes protagonistas femeninas; enamoradas del perfecto
príncipe azul que pasó de vivir en los cuentos de hadas a instalarse de forma
permanente en la literatura romántica juvenil... Sin embargo, sabía, por el
libro anterior de la autora, que este tipo de clichés no iban con ella, así que
deseché la idea de abandonar el libro y continué leyendo. Efectivamente, unas
páginas después, encontré el primer indicio que auguraba que este no iba a ser
una de esas lecturas insulsas con una
protagonista quimérica y atontada.
A partir de ahí, retomé
la lectura con renovada ilusión, y puedo decir que la segunda parte del libro
me gustó mucho. Hannah es una amish, sí, y su ingenuidad tiene razón de ser,
pero a medida que va adaptándose a la vida en la gran manzana, sin llegar a
desarrollar una gran personalidad, va
adquiriendo un modo de pensar propio, aprende a escuchar su voz interior y
acaba tomando unas decisiones que me encantaron, y en las que me encantaría
entrar en detalle, pero que no voy a hacer para evitar los espoilers.
Solo diré que, si tuviera
una hermana de quince años, le regalaría El
Corazón de Hannah para que lo leyera, porque es un libro que no censura la
necesidad de experimentar y arriesgarse; porque es un libro que sugiere que no
hay que tener miedo a equivocarse tras tomar decisiones, que simplemente hay
que levantarse y seguir adelante; pero, sobre todo, se lo regalaría porque es
un libro que demuestra que una chica enamorada
también puede quererse a sí misma.
Lana Drown.