Título original: Kissed by an angel, The Power of Love, Soulmates
Autora: Elizabeth Chandler
Editorial: Planeta internacional
Fecha de publicación: 12/07/2011
ISBN: 978-84-08-10589-3
Precio: 17,95 € / libro electrónico 12,99 €
Sinopsis:
Ivy es nueva en el instituto de Stonehill, una localidad cercana a Nueva York a la que acaba de mudarse con su hermano y su madre. Es una chica responsable, tímida, buena estudiante y un poco solitaria que siempre ha creído en los ángeles, que considera sus mejores y más fieles aliados. Pronto hace un pequeño grupo de amigas que la ayudan a integrarse en su nueva vida y en el instituto.
Tristan es el capitán del equipo de natación. Es un chico inteligente, valiente y uno de los más populares del instituto, aquel por el que suspira la mayoría de las chicas. Cuando Ivy y Tristan se conocen no pueden evitar sentir que están hechos el uno para el otro, son almas gemelas, y se convierten en la pareja perfecta.
Todo cambia cuando Tristan muere repentinamente en un accidente de coche. Ivy cree haberlo perdido todo, incluso su fe en los ángeles que, esta vez, parecen haberla abandonado... hasta que empieza a sentir cosas extrañas a su alrededor, como si una misteriosa presencia la acompañara, estuviera junto a ella, la protegiera...

Comentario personal:
En esta ocasión traigo la reseña de un libro, Almas Gemelas, que contiene los tres primeros de la serie Kissed by an Angel, de la que ya se han publicado cuatro libros y que espera uno nuevo en 2012. Parece ser que Evercrossed y Everlasting (cuarto y quinto) son parte de una nueva trilogía de la misma serie, y por lo poco que he podido espoilearme es toda una telenovela… Supongo que siendo la misma serie se categoriza en trilogías porque cada una de ellas tiene su propio final, así que a quienes no les gusta quedarse en ascuas pueden quedarse tranquilos en este sentido.
La historia narrada en Almas Gemelas me ha parecido una miscelánea entre Ghost y una de esas películas de perturbados mentales que ponen en la sobremesa los fines de semana. Lástima que a la historia de amor entre Ivy y Tristan le falte la magia de la primera y sea tan carente de misterio como las del segundo tipo, porque el libro es sumamente predecible, y a eso no le veo la gracia, sobre todo cuando sabes lo que hay y ves que la protagonista toma las decisiones más inconvenientes en los momentos más inoportunos. Ahí eché en falta algo más de sutileza por parte de la autora, porque gran parte de las situaciones de tensión son deliberadamente provocadas, demasiado evidentes, y eso me resulta desesperante, incluso sabiendo que es una tónica habitual en este tipo de historias…
A su favor tengo que decir que leyéndolo por la noche, sola en casa, oí a personas imaginarias subiendo por las escaleras tras la puerta cerrada, intuí psicópatas asesinos merodeando por el jardín e incluso me pareció escuchar a un ladrón intentando abrir la puerta principal con el truco de la radiografía…
En fin, una historia que no me ha cautivado, pero a la que le reconozco el mérito de contener ingredientes diferentes a los habituales en las novelas juveniles de romance. Un libro del que quizás esperaba mucho, no solo por la gran promoción que se hizo con su publicación en España, sino porque la puntuación de los lectores americanos en páginas como amazon es altísima: De 90 votantes, 85 le dan las cinco estrellas, y eso es algo que se dice pronto pero que no es fácil de conseguir. Creo que hay que tenerlo en cuenta porque en esta lectura influyen muchísimo los gustos personales de cada cual, y es obvio que esta es una de esas ocasiones en las que mi opinión no coincide con la de la mayoría.
Lana Drown.